fbpx

Tú tienes el poder de tu vida, lo creas o no

Tienes el poder de tu vida

Creo que a estas alturas he contado ya varias veces cómo vivía culpando al resto del mundo de mis problemas. Y uno de mis mayores aprendizajes fue hacerme responsable y decirme a mi misma: «tú tienes el poder de tu vida y punto»

Este, fue sin duda uno de los actos de libertad más grande que he tenido nunca. Sí, creo que pocas veces me he sentido tan PODEROSA y LIBRE. Dejar de ser una víctima para convertirme en ama y señora de mi vida.

Pero, ¿qué significa eso de ser víctima?

La eterna víctima es aquella que va culpando por todos lados a quien sea, de todo lo que le pasa en su vida. Lo llama la mala suerte, el marido ausente, el jefe explotador, los padres ausentes, los hijos que la atan, etc. Y así pasa su vida, mirando hacia afuera, jamás mira hacia adentro, porque «Si lo malo viene de fuera, pues la solución también vendrá por ahí, ¿no?».

Del clásico ”Pobrecita de mi si yo, ¿qué puedo hacer si TODO me sale mal?» y el «El mundo está en mi contra» viene «Voy a ir a ver a un brujo a ver si me hace una limpia”.

Es más fácil y cómodo ser la víctima

La víctima en cuestión no se hace cargo de nada, deja todo al azar, deja todo a las circunstancias o a lo que el resto de la gente decida por ella. Porque al final, ella no tiene nada que ver, no tiene poder ni voz ni voto. Cree que su vida entera ha estado sujeta a lo que le viene.

Se comporta como un vil trapillo flotando en el mar, azotado una y mil veces por las olas, sin que pueda remediarlo.

Y claro, toda esta situación le genera sufrimiento constante y resentimiento brutal contra cada una de las personas a las que considera culpables de los pesares de su vida.

Es mucho más fácil culpar a otras personas, a la mala suerte y la vida en general que realmente hacer ALGO DISTINTO. Si eres víctima, tienes la justificación perfecta para no hacer nada de nada.

Y buenooo, además por qué no decirlo, esa pose de víctima te pone a los ojos de los demás como la de «¡aay pobrecita!». Todos te abrazan y claman justicia por ti. Te sientes reconfortada si te dan la razón y se unen contigo en el cántico de «maldito mundo». Pero ese placer… es solo un placer instantáneo. La gente se va y tú sigues metida en el hoyo.

La postura de víctima se convierte en tu excusa perfecta para no enfrentarte a cualquier reto, sueño o idea nueva que se te pase por la cabeza.“Yo no puedo, si no ves como estoy y como sufro”, “si te hubiera pasado lo que me ha pasado a mi”… etc..

Pasa de víctima a responsable

¿Qué pasaría si te dieras cuenta de que en la vida pasan cosas, no TE pasan cosas?  ¿Qué pasaría si en vez de culpar “al resto del mundo» de tus problemas asumes la responsabilidad de tus actos y de tu vida?

Si,  a ver, piensa en algún “desastre de tu vida” en el que tienes un culpable identificado. Ok, ¿ya? Reflexiona:

  • ¿hubo algo que te hizo sonar alguna alarma y la ignoraste?
  • ¿pudiste TÚ haber hecho alguna elección distinta en algún momento?
  • ¿qué o quién te impidió hacer algo distinto?
  • ¿qué es lo peor que podría haber pasado si hubieras hecho algo diferente?

Es probable que alguno de los “desastres en tu vida” en los que has culpado a un agente externo, tú también has tenido responsabilidad por acción u omisión de ella.

Haz una toma real de conciencia

Con lo anterior, no estoy diciendo que ahora cambies el sujeto de tu culpa exterior a culparte a ti misma.

Me refiero a hacer una toma real de conciencia, en la que te des cuenta de que tienes una responsabilidad real sobre tu vida y que tus propias decisiones tienen y han tenido repercusiones en lo que te pasa.

En mi caso, yo me la pasé culpando a tanta gente dentro de mi ex firma, que parecía que la cosa era personal. El mundo en mi contra. Por ejemplo, culpaba a esos horarios terribles y la poca conciliación que hay, a los socios por mandarme a “proyectitos” sin futuro; culpaba también a la crisis económica por dejarme “atrapada”.

Buenooo, no sé, por culpar, culpaba al mismo aire acondicionado del edificio. Todo menos asumir mi responsabilidad en todo lo que estaba sucediendo.

Pero vamos a ver, yo tomé un montón de decisiones con respecto a mi carrera. Y si, puedo decidir culpar a la vida y sociedad moderna por las pocas opciones que existen para conciliar, pero esas tristemente son circunstancias.

Entonces, ¿en qué radica la diferencia entre «asumo la responsabilidad» y «me culpo a mi misma»?

La diferencia radica lisa y llanamente en la ACCIÓN.

La VÍCTIMA de las circunstancias o de sí misma se tira al suelo y llora amargamente sin ver más allá de su nariz y sin buscar una posible solución. En cambio, una persona RESPONSABLE, asume que el futuro de su vida depende de sí misma y de sus propias decisiones. ACTÚA, no se tira al drama, si se equivoca se levanta y vuelve a empezar.

Desde la responsabilidad te conviertes en una mujer poderosa. No me refiero a que mañana te conviertas en Ana Botín o en Theresa May. Me refiero a que a partir de que tomas conciencia de que tu vida solo depende de lo que tú quieras hacer de ella, reconoces que tú tienes el poder de tu vida.  Y que SI tú  QUIERES, eres capaz de comerte el mundo.

Buenooooo.. y sí, como decía antes, las cosas PASAN, claro que sí. Hay accidentes, eventos que no depende de nosotros, está claro. A veces las circunstancias son una mierda, un accidente, la muerte de un ser querido, una enfermedad.

Pero aún así, desde la responsabilidad te planteas qué puedes hacer TÚ: Planificas y ejecutas tu adaptación a esa nueva situación.

Y está claro que esa nueva situación te puede producir dolor, pero cuidado no confundas, dolor que es una reacción física ante una pérdida. No estoy hablando de sufrimiento. Para explicar la diferencia, cito a Victor Frankl, “Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre puedes elegir la actitud con la que afrontas ese sufrimiento”. 

Lo que yo ELIJO hacer es lo que marca la  diferencia

La regla del 90-10%

El 10% son las cosas que nos pasan, el 90% es la actitud que elegimos para enfrentarnos a ese 10%. Puedes elegir derrotarte o puedes intentar hacer el mejor juego incluso con las cartas terribles que te han tocado.

Pienso por ejemplo en Laura Baena del Club de las Malasmadres que al verse en la tesitura de elegir entre familia y éxito profesional, eligió un camino distinto, y hoy en día es una de las principales voces que claman por una conciliación real en España. También podría haber elegido echarse a llorar y no hacer nada distinto.

Una elección siempre representa el sacrificar unas cosas por otras. Yo elegí el éxito personal en ese momento. Eso, tenía una consecuencia profesional que tenía que asumir dadas las circunstancias. Y si no quería eso, podría haber elegido otra cosa… o elegir irme. Pero durante años me la pasé sufriendo y echando la culpa al resto.

Elige acción

Puedes elegir buscar soluciones, salir adelante, APRENDER, o puedes elegir encerrarte en una caja, culpar al mundo y ser la víctima… y morirte del asco y tristeza ahí metida.

Lo más fácil es no hacer, y dejarse llevar y achuchar. Lo difícil es ser responsable de tus elecciones, tener el poder. Perooo… al final lo fácil te deja sumido en la caca y lo difícil te lleva a la plenitud, a buscar una vida mejor… y  por supuesto, encontrarla. ¿tú que quieres hacer con tu vida?

Hoy decides, coges el poder, te conviertes en mujer responsable y por tanto PODEROSA o… sigues siendo el trapillo, si, ese que va azotado por las olas.

Aprovecha para reflexionar en estos días de mayor calma, ¿quién quieres ser a partir de ahora?

Coge el timón de tu vida, fluye con dirección. Aprende a ser responsable de lo que te pasa, es tu vida, de nadie más. Si no lo haces tú, las circunstancias o alguien más lo hará por ti.

Espero que te sirva. Ya sabes, si te gusta, te invito a a que te apuntes al Powerletter semanal.

Si, en el sidebar del blog hay un formulario. Es como tener un atajo a contenido gratuito que te ayudará a esa «toma de poder de tu vida» y a sentirte más liberada.

Un beso y hasta la próxima,

Sin comentarios

Hola

Soy Roxana Marroquin: mujer, madre, emprendedora y coach

Me dedico a acompañar a través del coaching a mujeres profesionales y ambiciosas pero abrumadas con su vida actual, para que definan el rumbo que quieren tomar en todos los ámbitos de su vida.

Categorías

Qué puedo hacer por ti?

Si quieres informarte acerca de mis procesos de coaching,
contacta conmigo!

O si prefieres, escríbeme directamente a contacto@roxana-marroquin.com
Te responderé antes de 48 horas.

Te informo que los datos de carácter personal que me proporciones rellenando el presente formulario serán tratados por Roxana Marroquin como responsable de esta web. Finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales: gestionar la respuesta a tu solicitud voluntaria y darte de alta en los ficheros para remitir boletines periódicos con información y oferta prospectiva de productos o servicios propios. Legitimación: Consentimiento del interesado. Destinatarios: Los boletines electrónicos, las campañas o newsletter están gestionados por mail chimp. Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en info@roxana-marroquin.com así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control. Puedes consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos en mi página web: www.roxana-marroquin.com así como consultar la política de privacidad.

Instagram