¿Perfección? 4 Claves para mandarla a volar
“Perfeccionista, yo… ¡claro!… me encanta afinar hasta el último detalle hasta que todo esté perfecto!” Este tipo de frases las he escuchado tantas y tantas veces, incluso alguna seguro ha sido producto de mi propia voz. Y es que en muchos ámbitos no he sido perfeccionista, en otros si.. hasta el punto de ser una controladora insoportable.
Imaginemos a una chica llamada Doña Perfectita, ¿cómo es? es aparentemente muy bonita. Mírala, tienes a la Doña diciendo lo perfeccionista que es, todo lo que hace para conseguir ser perfecta, super mona, con un vestido monísimo y una sonrisa de “mira que ideal soy”… Lo que tú no sabes es que en realidad su interior es como el retrato de Dorian Grey.
Doña Perfectita está sufriendo y por dentro está desesperada, se tira de ese perfecto pelo y se muerde las uñas.
Sigue leyendo… te contaré 4 claves para darte cuenta de que el camino de Doña Perfectita es tortuoso…
-
La perfección no existe
¿Sabes por qué Doña Pefectita está sufriendo? Porque nunca va a ser lo suficientemente perfecta. Así que vive agobiada por llegar a un nivel de perfección que no va alcanzar nunca, porque la perfección NO EXISTE.
Tú piensa en algo que creas que “deba ser perfecto”. ¿Qué es ser perfecto?. Vamos a poner un ejemplo, un “la perfecta trabajadora”.
Es posible que te esfuerces muchísimo para serlo, para cumplir todos los estándares que hay en tu cabeza de “la perfecta trabajadora” y cuando tengas el feedback de tu empresa, resulta que no, que no era suficiente.
Y tú no lo entiendes, te desesperas porque piensas: «si me he esforzado, me he matado trabajando, he descuidado a mi familia todo por estar aquí, hago más allá de mi horario, estoy siempre dispuesta. Me esfuerzo en ser perfecta».
Pero es que el concepto de perfección de tu jefe incluye además ser “la que más vende”, “la que se va de cena con los clientes”, “la que se queda hasta las 11 de la noche”.
Con esto no estoy diciendo que tires la toalla, lo que pretendo es ejemplificar cómo cada uno tiene criterios distintos para medir la perfección y que es muy difícil llenar los propios, imagina llenar los de los demás.
Es como ver a un pequeño hámster que corre en su rueda y jamás llega a ningún lado.
-
La perfección te lleva al sufrimiento
“Doña Perfectita como te conté al principio, está sufriendo. Ella que todo lo hace bien, que intenta ser “la mejor mamá”, “la mejor trabajadora”, “la más guapa y más en forma”, “la del pelo más bonito”, “la de las uñas impolutas”, “la que mejor come”….
Está agotada por ser perfecta en absolutamente todo con todo lo que eso implica y que además, preocupada de que se le juzgue como tal: la mejor y la perfecta en todo.
No paro de leer en revistas y escuchar a mujeres que afirman que “la sociedad exige que las mujeres seamos perfectas (como doña perfectita”) y me pregunto yo: ¿QUIÉN DIABLOS ES LA SOCIEDAD?…
La sociedad…
En serio, ¿quién es esa sociedad que me exige ser la más estupenda? Y a ver si yo tengo más de dos dedos de frente para darme cuenta de que lo que yo llamo «la sociedad» no es más que una masa informe de gente.
El hecho de que Irina Shayk esté estupenda después de tener gemelos, ¿tiene que ser una presión para mi?, ¿tengo yo acaso el trabajo de Irina Shayk?, ¿vivo yo de mi cuerpo como para tener que estar como un ángel de Victoria Secret al mes de dar a luz?
¿Quién lo dice? y ¿quién lo espera?…¿¿¿ la sociedad??? Pues ya puede estar sentada esperando… Si quiero recuperarme y estar saludable es por mi. No porque «lo exija nadie» y menos que esté como Irina Shayk.
Así que ahí tienes a “Doña Perfectita” corriendo, sudando la gota gorda porque no llega a nada y todo para satisfacer a una masa informe de gente a la que llama sociedad y a la que efectivamente “doña perfectita” le importa un comino.
Pssst… Amiga Doña Perfectita, tengo que contarte 3 cositas:
- la sociedad está formada por individuos con criterios propios y desde luego distintos
- pesar de todos tus esfuerzos, siempre vas a encontrarte gente que no te aplauda, que encima te critique
- realmente nunca vas a satisfacerla. Y si tu satisfacción depende de la suya… Estás frita y refrita
Puede ser que algún miembro de dicha «sociedad» emita algún juicio positivo o negativo sobre nuestra Doñita en cuestión, pero al cabo de media hora se irán a su casa, a su vida y nuestra amiga les importará un bledo.
Si en algún punto te identificas con la Doña, hazte las siguientes preguntas: ¿qué quieres demostrar? ¿y a quién? ¿para qué te desvives por satisfacerlos?
-
La perfección está relacionada con el control
La perfección suele estar acompañada de CONTROL a tope.
En unas semanas hablaré de control, pero me adelanto hoy para hablar un poco de él porque viene al caso.
Doña Perfectita quiere que todo salga como lo espera y esté bajo CONTROL. Doña Perfectita esperará controlar todas las variables que puedan interferir en su perfección y en la posible percepción que puedan tener los demás de su hacer «perfecto».
Así que no delega… Y si algún día se siente magnánima y delega, desconfía tooodo el tiempo por si acaso alguien mete la pata y le arruina la perfección.
Doña perfectita lleva su mundo de perfección muy solitario, ya sea porque ella quiera hacer todo o porque le respire en la nuca a todo aquel que ose querer ayudarla o que trabaje en su equipo.
-
No tienes que ser perfecta para convertirte en la MEJOR VERSIÓN de ti misma
Si eres de mis insiders de Powerletter esto te sonará… si no, pues qué esperas a suscribirte… A ellos les cuento más cosas como esta:
«Abraza la excelencia y tira a la basura a la exigencia»
La excelencia se puede definir como el cuidado y la atención por hacer las cosas lo mejor posible. Y se vive con liviandad porque equivocarse es válido… es el camino para aprender.
Doña Perfectita es exigente, se autoflagela cada vez que no consigue llenar la perfección de sus parámetros y de los demás. Vive caminando en la carretera de la amargura y sufrimiento.
Cada error, cada caída es para ella «una prueba irrefutable» de que «ES una inútil». O sea, no solo se machaca, sino integra el fracaso a su propia identidad y espera que nadie se de cuenta. Y aunque tú la veas orgullosa… probablemente sea fachada.
Si vives como ella te invito a que empieces a disfrutar del camino, a que te equivoques, ya que solo así vas a aprender. Te invito a que confíes, tal vez TU MANERA no es la única manera y tal vez te sorprendas de lo que los demás pueden conseguir.
Te invito a que te importe un comino lo que dice “la sociedad”. Se tú misma en lo que quieres, en tus objetivos y motivaciones. Si quieres hacer ejercicio es porque tú quieres estar sana, tú quieres entrar en ese vestido que tanto te gusta… no porque tú creas que la masa ingente de personas demanda que tienes que tener un peso o unas medidas determinadas.
Si quieres emprender un proyecto, hazlo, no dejes de hacer lo que quieras por lo que van a decir de ti o si eso daña la imagen de perfección…
Busca tu mejor versión, pero tu mejor versión estoy segura que no pasa por el sufrimiento y amargue, pasa por la liviandad, por el aprendizaje y por saber disfrutar del camino, con sus altos y bajos, con sus luces y sombras.
¿Te gustó? Si te gustó, te sientes identificada o te ayudó me encantaría que me lo contaras, aquí abajo… en los comentarios. No sabes lo contenta que pongo cuando alguien me cuenta que le ha ayudado.
¡Un beso y hasta la próxima semana!
4 comentarios en “Perfección: 4 claves para mandarla a volar”
Hola Roxana, dices grandes verdades. Siempre buscando la aprobación de los demás. El día que logremos hacer las cosas por y para nosotros y encontremos nuestra aprobación personal y estemos satisfechos de lo que hacemos, habremos triunfado.
Un placer leer tus publicaciones.
Un abrazo
Muchas gracias Elisa por tus comentarios! Estoy de acuerdo, el punto es hacer lo mejor que podemos y para nosotros, sin buscar el aplauso ajeno!… Hay que encontrar la excelencia y dejar atrás la exigencia que conlleva el perfeccionismo. Un abrazo
Hola Roxana! Buen día! Cómo lo comenté en la publicación anterior todos estos conceptos llegan en un momento idóneo para mí. Estoy en un momento de cambios importantes en mi vida y tus publicaciones me han ayudado a saber que no estoy tan mal en lo que quiero hacer. Al leer este tema me di cuenta que talvez yo era un poco así, trataba de hacer todo perfectamente y Durante mucho tiempo sentí que todo iba bien hasta que empecé a perder el control y a estresarme bastante. Asi es que un día simplemente decidí que no tenia que darle gusto ni explicaciones a nadie. Y ahora estoy más tranquila. Me dedico a hacer lo que creo que nos beneficiará a mi familia y a mí y ya no me preocupa el qué dirán. Muchas gracias por tus consejos. Los compartiré con mi familia y amigas. Que Dios te dé más inspiración para que nos la compartas.
Muchísimas gracias Esperanza por tus comentarios! Qué bien que estás haciendo cambios y sobretodo, suena a que estás disfrutando del camino… al final, yo creo (totalmente mi opinión) que la felicidad no se alcanza al final, sino es parte de disfrutar lo que haces y de cómo lo haces. Esta tranquilidad que dices yo la llamo liviandad… y es la mejor manera de vivir… Gracias de verdad, me ha encantado lo que me dices. un abrazo fuerte, Roxana
Los comentarios están cerrados.