La creencia que te impide cambiar

¿Creencias que te impiden cambiar? Si, ya sé que hay muchas… pero de la que te voy a hablar hoy es una creencia dominó.

Escúchalo aquí:

Un creencia dominó es de esas que cuando se caen, caen todas las demás por detrás.

Tal vez hoy ni siquiera sabes que tienes una creencia que te impide cambiar, una dominó. Bueno, si hablamos en términos de reinvención profesional, sí. Y supongo que también intuyes que no es solo una.

También my friend, te digo que la creencia que te impide cambiar, no solo va de reinvención. No, es una creencia que te impide cambiar hábitos, te mantiene fumando o que sigas siendo la persona que prefiera quedarse 5 minutos en la cama (o una hora más).

No te hago más de emoción, ¿cuál es la maldita creencia que te impide cambiar y que te mantiene estancada?

Pues la que te hace pensar que quietecita vas a estar más segura.

Uf, es la madre de las creencias y de los comportamientos que según tú tienes y que te están boicoteando. Tú no cambias de profesión, no cambias de trabajo, no cambias ni el color de tus zapatos por miedo a arriesgar.

Te has creído la historia de que si te quedas donde estás y cómo estás, estarás segura y esto más falso que un billete de treinta euros.

No querida no… es solo un historia que te cuenta tu cerebro para que “no salgas de lo conocido”. Como si lo conocido fuera lo bueno.

“Más vale conocido que bueno por conocer”, “más vale pájaro en mano..” son refranes que repite todo mundo. Son creencias que te impiden cambiar y que son muy extendidas en el mundo. Pero lo siento, que sea cierto no depende de la cantidad de personas que lo crean y lo repitan sin parar.

¿Y por qué esta creencia te mantiene en la cama 5 minutos más?, ¿qué tiene que ver?. Pues que a tu cerebro no le gustan los cambios. Reconoce como seguro lo que siempre ha hecho.

Y si lo que siempre has hecho es apagar el despertador, eso se ha convertido en un hábito y por tanto, es un “camino” conocido.

Por ejemplo, las imágenes en las que te ves agotada o muerta de frío que hacen que finalmente decidas no ir al gimnasio, proceden de la misma fuente de aquellas en las que te ves fracasando estrepitosamente al intentar cambiar de profesión.

La seguridad y certidumbre son un mito. Y la verdad es que si tú hoy no mueves ficha, lo más probable es que no te quedes igual… sino vayas a sentirte peor y conviertas tu intuición por el cambio en una necesidad y de ahí una urgencia.

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