Éxito profesional, de mujeres que son malas mamás
Yo soy una mujer ambiciosa, yo quiero a mis hijos, yo quiero una carrera de éxito, quiero que mis hijos tengan un ejemplo en sus padres.
Un día me dijeron que tenerlo todo era imposible… y me lo había creído
Viví agobiada por querer llegar a todo, triunfar en todo y no conseguirlo en nada. Sentir que en el trabajo nunca era suficiente, sentirme poco valorada, pero al mismo tiempo vivía culpable porque tampoco era la mejor mamá, ni esposa. Vivía asustada porque no sabía que quería de verdad y no paraba de compararme con todos los demás… da igual dónde, da igual con quién.
Hoy estoy en construcción… Construyo esa vida que quiero y quiero disfrutar cada parte de él. Soy buena madre, no soy la mejor… ¿quién lo es? pero trato de ser mi mejor versión y camino para serlo.
¿Te identificas conmigo?
En algún momento quisiste tener una carrera de éxito, pero hay tantos obstáculos en tu camino que ya no sabes qué quieres realmente.
Quieres triunfar, pero te sientes agobiadas por la culpa,
Quieres triunfar, pero ya no sabes bien en qué ni para qué.
Sabes que fuiste más fuerte, pero entre tanto lío… ya no sabes dónde quedó esa fuerza.
En el blog, creo que suelo hablar de creencias comunes y bloqueos que te pasa y también a más de gente.
Pero hoy, te hablo A TI
A ti, madre, a ti profesional, a ti mujer que buscas tu propio camino pero que hoy te has perdido…
Para ti, he creado en el blog una serie de posts cuyo objetivo es DESMITIFICAR todas aquellas creencias que te impiden alcanzar el éxito PROFESIONAL en conjunción con el éxito PERSONAL y GESTIONAR las emociones que te impiden y bloquean.
Si tienes curiosidad de qué otras creencias voy a desmitificar, te adelante que las próximas semanas (además de los posts navideños y de año nuevo) hablaré de las distinciones que hacemos al referirnos a “una buena madre y un buen padre”; de la importancia de la CORRESPONSABILIDAD; de si tal vez deberías conformarte como tus amigas (aunque no quieras), de todos aquellos juicios que te provocan emociones como la culpa, el miedo o la envidia… y lo más importante que te adelanto: QUE ERES RESPONSABLE DE TU VIDA… NO UNA VÍCTIMA.
¿Te apetece? SIGUE LEYENDO
Hoy empezaré con el primer MITO: “Una mujer que tiene ambición profesional es una mala madre”
Desmontando creencias: Tener ambición profesional, ¿Está bien o mal?
¿Tú qué opinas de una madre tenga ambición profesional? A priori es machista incluso solo cuestionarlo, ¿no?. Es como si la respuesta tuviera que ser: CLARO QUE ESTÁ BIEN.
Como si en los tiempos del #MeToo, de la revolución feminista debiéramos cuestionarlo, ¿no?
¿Mi opinión? está FENOMENAL
Ya, pero una cosa es lo que opinamos y queremos creer, pero….
¿TÚ cómo lo vives realmente?
¿Qué opinas tú cuando ves a una super directiva de una empresa o de tu jefa si la tienes? A ver, igual tú eres la excepción pero te puedo apostar a que si hago esa pregunta a más mujeres confesarán que piensan o han pensado en algún momento: “seguro que no ve a sus hijos”, “seguro que es una pésima madre”, “seguro que ha tenido que ser muy “bitch” para llegar ahí”… “seguro que, seguro que”. Estamos “tan seguras” de todo.
Pero realmente cuando hacemos este tipo de juicios, ni estamos seguras, ni conocemos, ni sabemos su camino. Y solo sentimos en el pecho una emoción en algunos casos es cercana a la envidia, otras a la culpa y otras al miedo… o peor… todas juntas.
Así que al final, queremos romper techos de cristal, pero cuando miramos a una mujer exitosa, lo hacemos con recelo. Es posible que no podamos evitarlo, es posible que sea en principio algo emocional, pero ¿te digo qué? esa emoción es el fruto de juicios y creencias que están en nuestra cabeza.
¿La fuente de dichas creencias? Pues depende de cada una. Habrá quien prefiera pensar eso de ellas para justificarse por no estar triunfando, habrá quien tenga ciertos valores respaldados por creencias tales como “una buena madre está el 100% del tiempo con sus hijos”.
¿Qué es ambición?
Primero habría que definirlo porque seguramente para ti es una cosa y para mí otra. Así que para saber que estamos hablando de lo mismo.
Para mí:
“Ambición profesional es plantearme objetivos altos de carrera que me hagan sentir satisfecha por los retos que he conseguido”
Podemos seguir desmenuzando en ¿qué es alto? Pues yo creo que tan alto donde yo quiera llegar, yo pongo el límite.
¿Satisfecha? la satisfacción viene del aprendizaje del camino, la sonrisa que sale por saber que he conseguido cada objetivo propuesto, que ayudo a mi entorno, que soy ejemplo de éxito para mi familia
¿En qué punto la ambición deja de estar bien…?
Pues, no existe una escala universal, tú tienes la tuya en base a tus propias creencias así que piensa: ¿Cuál es la escala que usas para medir qué nivel de ambición está bien hasta que eres pésima madre?. ¿De dónde sale esa escala?
Porque si tú quieres quieres “algo”, te planteas objetivos profesionales y caminas para alcanzarlo, ¿eso te convierte en mala mamá? ¿eres mala persona por aspirar el éxito profesional?
¿Todas las mujeres de éxito son malas madres? ¿Conoces a todas las mujeres de éxito para asegurar eso?…
A ver… entonces: ¿quién dice que las mujeres ambiciosas son malas madres? Lo dice mucha gente… y nadie a la vez. La única voz que debes escuchar es la tuya.
Es solo tú decisión cambiar esas creencias o al menos cuestionarlas…
¿Y si te plantearas objetivos de conjunto? … UNA VISIÓN en la que todo está contemplado
“Ningún viento es favorable para quien no sabe a dónde va”.
Si… si solo sabes que quieres llegar alto pero no estableces la altura, ni la magnitud ni los tiempos, ¿cómo vas a saber que has llegado?… o ¿cómo vas a saber que vas por el buen camino?
¿Cómo sabes que tu familia va a estar bien o no?, ¿cómo sabes con qué te vas a sentir a gusto?
¿Te has planteado una visión de futuro en la que integras todos los ámbitos de tu vida?
Los objetivos que te planteas son el indicativo del lugar al quieres llegar y forman parte del plan para alcanzar tu propósito. Los objetivos responden a la pregunta ¿QUÉ quiero hacer?
Si por ejemplo, tú dices que quieres tener éxito en tu profesión, establece cómo se traduce ese, define claramente, dónde estás y a dónde quieres ir.
Si tú quieres hablar de conciliación, establece tus tiempos, busca los sitios… Muévete. Diseña tú tu propia vida.
¿Para qué los quieres?
Antes de plantearte si un objetivo es “bueno o malo”… plantéate: ¿Para qué lo quieres?
¿Qué es lo que quieres obtener cuando lo alcances? ¿qué es lo que quieres aprender en el camino?
Para que lo que quieras te motive y te lleve a caminar tiene que perseguir una motivación más grande, un fin último. Si no has leído mi post sobre la motivación cuando termines este, te invito a leerlo AQUÍ.
Lo que propongo ahí es que la motivación surge entre la coherencia de Qué haces y PARA QUÉ lo haces. Además, si lo piensas es la manera en la que vives en paz contigo misma.
Cuando tus valores no están alineados con lo QUÉ HACES, vives en completo desasosiego. Te sientes inquieta, incómoda…
Pero claro… tal vez tienes que plantearterevisar cuáles son los valores por los que te mueves, tus valores fundamentales.
Revisa tus valores
Los valores están formados compuestos de creencias. Los valores son como “carpetas de ordenador” y las creencias son los “documentos” que hay dentro.
Con esto quiero decir que si para ti, por ejemplo: “FAMILIA” es un valor importante, el máximo. Pues muchas cosas de las que haces van a servir este valor… Y si las cosas que haces se no lo sirven o es peor, crees que van en contra, posiblemente entres en conflicto.
Así que puede ser que tener ambición profesional así sin mucho pensar crees que se contraponga, porque vez, dentro del valor FAMILIA, haya creencias como:
- “hay que estar muchas horas con los niños”
- “la mayor responsabilidad es de la madre”
- “el padre no sabe hacer nada”
- “si quiero a mis hijos tengo que dedicar todo mi tiempo a ellos”.
Cabe incluso la posibilidad de que no seas consciente de todas ellas, pero salen a la superficie cuando emites un juicio o te sientes culpable…
Revisando conscientemente tus creencias hará que te des cuenta de que en el fondo ya no estás tan de acuerdo con todas y que incluso hay creencias nuevas como:
- “quiero dar un ejemplo de vida a mis hijos”
- “quiero que mis hijos sean inconformistas y luchen por sus sueños”
- “quiero viajar con ellos por el mundo y quiero ganar dinero para ello”
- “la base de la armonía en el hogar es la corresponsabilidad”
¿Qué creencias te son útiles y cuáles no lo son?
Pues tú eliges… es que esto va de ti y de lo que TÚ QUIERES y PARA QUÉ LO QUIERES. ¿Qué emociones quieres que predominen en tu vida?.
Tú eres responsable de ellas y de elegir. Si no sabes cómo cambiar creencias escríbeme ahora mismo y agendas media hora gratuita para hablar.
Flexibilidad señoras… flexibilidad
Para lo que quiero explicar necesito contarte un ejemplo como el siguiente, imagínate que estás en esta situación: “Yo quiero ser socia en mi despacho en 4 años, quiero conciliar, quiero flexibilidad, pero no quiero que los retos decaigan»
Pero resulta que tu firma, a pesar de los tiempos que corren, a pesar de tus esfuerzos y del de otras mujeres es una firma de mentalidad «de las de antes» que que hace cero gestos en pro de la conciliación, que no acepta a una mujer en el Comité de Dirección. Tú crees que has hablado con todas las personas que pueden hacer algo por ti, has participado en foros de igualdad, has participado en programas, pero… el problema sigue siendo el mismo. Si tú quieres conciliar y ahí no se concilia por sistema y si concilias «te castigan», siempre estarás en clara desventaja.
¿Tiene que ser tu éxito traducido en “quiero ser socia AHÍ?. Tal vez tu definición de éxito debería ser más amplia. Explora otras empresas, otros sectores… incluso, ¿has pensado en emprender?
Lo que te quiero decir que a veces nos empeñamos en UN SOLO camino, que a veces simplemente tendríamos que ACEPTAR que no podemos cambiarlo porque no solo depende de nosotros, pero buscar opciones si depende de nosotros.
Así que busca tu propia definición de ambición y éxito, pero que sea flexible, que te permita DISFRUTAR DEL CAMINO… ¿Porque sabes qué? eso es lo que de verdad importa y llena: DISFRUTARLO
Una cosita que tengo que decirte ANTES
Y en cuanto a los juicios a otras mujeres, te voy a decir mi opinión: cada una tiene un camino distinto y lo hace de distinta manera. Ni tú ni yo sabemos ni sus motivaciones, ni valores, ni emociones ni la relación que tienen con su familia, ni con su equipo.
Mira tus propios zapatos y no te compares con las demás, en todo caso, aprende de ellas. Y si crees que no puedes aprender, pues déjala andar.
Juzgarlas bajo creencias y estereotipos culturales, te está limitando a qué tú alcances tus propios objetivos.
Elige tus propias creencias que te den poder, que te lleven a dónde quieres llegar….
Coge el timón de tu vida, fluye con dirección. Aprende a ser responsable de lo que te pasa, es tu vida, de nadie más. Si no lo haces tú, las circunstancias o alguien más lo hará por ti.
Esta es la primera parte de la serie «Quiero tener una carrera de éxito pero…», la semana que viene te hablaré de las emociones limitantes y que hacen sentir mal y que te están impidiendo alcanzar tus metas: next stop: ¡¡LA CULPAAAA!!