Aquí en España ya son vacaciones, algunos igual ya las han disfrutado, y otros como yo… estamos deseando hacerlo. Y eso espero… DISFRUTARLAS, vivirlas de verdad, guardar esos momentos de felicidad. A mí a veces, he de decirte que me cuesta disfrutar del momento.

Antes de tener hijos me resultaba más fácil hacerlo, ahora me cuesta enganchar el punto de disfrute, pero cuando lo consigo, lo vivo mucho más intensamente que antes. Igual te suena ñoño y de coach grandilocuente (tal vez un poco y te prometo que no es mi intención), pero cuando estoy con mis hijos en un momento de disfrute pleno, es como un momento trascendental, como… “esto lo vamos a recordar y atesorar para siempre”

Quiero vivir de prisa

Bueno, pero sí, sinceramente me cuesta engancharlo porque claro, “las bendiciones” (así les llama mi amiga Jeru a sus hijos y le he copiado porque me encanta), son 3, son pequeños, son gritones y no paran.

Pero también las bendiciones son graciosos, imaginativos, divertidos y… son mis hijos. Y si los amo… ¿por qué estoy deseando que crezcan? ¿por qué deseo que todo pase volando?

Llevo una temporada viviendo muy rápido, intentando crear una nueva vida, y he caído en una nueva rutina sin ver, sin parar a pensar lo importantes que son los momentos que paso con mis niños. Sin ver lo importante que es reírme con ellos e intentar ver la vida desde su tamañito. Vivo impaciente porque pasen las horas:”… la cena, venga que se hace tarde, rezar, cuento, niños a la cama y buenas noches”.

Los veo en la cama dormidos y me empiezo a dar cuenta de que estoy desperdiciando mi tiempo con ellos. ¿Cómo quiero recordar estos momentos?, ¿cómo quiero que ellos los recuerden?… Además, ¿no hice todos estos cambios también para empezar a disfrutar más de mi familia?

Muero de miedo al pensar cuando tengan 15 años y yo me dé cuenta de que no los disfruté, que no les di suficientes abrazos o que no vi los suficientes “shows” de saltos que me hacen ver en la piscina. Me pasó con la tercera bendición…. Nació cuando el segundo tenía 16 meses y yo estaba inmersa en un proyecto que me absorbía, no desconecté durante la baja. Me sentía desbordada y abrumada.

Hoy tengo la sensación de que no la disfruté, no la viví tan paso a pasito como viví a los otros dos. Estaba deseando que fuera un poco mayor para ver si todo era más fácil. Y hoy me pesa haberlo vivido así, ¿cómo es que no he aprendido?

¿Entonces?… si ya lo viví, ¿para qué no disfruto? Pues, está claro que lo que busco hacer es satisfacer inmediatamente mi necesidad de descanso, mi disfrute individual y momentáneo a sabiendas de que lo que vivo con ellos tiene mucha mayor trascendencia.

Reto 1: Me he propuesto que a partir de ahora, cada vez que esté con ellos y quiera meter prisa para pasar a la siguiente etapa (baño, cena, dientes etc), voy a contar hasta 10, respirar y pensar: ¿para qué me sirve esto? Sonreír y preguntarles por su día o contarles algo del mío. Permitámonos un poco de relax todos, ¿no?. ¿Qué pasa por retrasar todo 5 minutos?… ¿o 10?

¡Ya es jueves!

«¡Cuando menos te das cuenta, ya es jueves!» es una frase que mi madre siempre me dice. Y se refiere a que el tiempo se siente más rápido conforme te haces mayor… Bueno y también existe una teoría de la conspiración en la que te aseguran que efectivamente el tiempo pasa volando porque la tierra gira más rápido jajaja. Será lo que sea, pero la sensación para mí es muy real.

Así se me pasan las semanas, meses y años. Es más, soy consciente de que hay días que no se ni que hice. Y ¿sabes qué?  Me da rabia no haberlo sentido.

Reto 2. También me he propuesto, así, sobre la marcha mientras escribía este post, escribir un diario. A ver, no me refiero a un super diario con todo lo que hago durante el día. Pero si apuntar en él mis momentos de disfrute del día. Tengo uno y no lo he usado jamás.

Y esto incluye, no solo a mis hijos. Desde luego que disfruto sin estar necesariamente con ellos. Disfruto esa cañita que me tomo en algún momento del día para relajarme, disfruto el salir a correr y tener la sensación de “tarea realizada”, disfruto las charlas con mi marido cuando vamos solos en el coche, disfruto salir con mis amigas y hablar de “nuestras cosas”…

Ahora que lo pienso sí disfruto, pero me doy cuenta de que no lo hago tan conscientemente ya que al final, el día pasa sin pena ni gloria, sin detenerme a razonar, por qué ha sido un gran día. Una vez terminado, estoy pensando en el siguiente, sin darle la importancia que ha tenido lo que acabo de vivir. Sin atesorar la emoción que me ha causado el evento.

Creo que como yo, mucha gente vive a veces tan de prisa, sin valorar lo que HOY tiene, por valorar lo que supuestamente va a venir.

Por ejemplo, en una semana me voy a la playa, y vivo en función de lo que supuestamente voy a disfrutar ahí, pero una vez que he llegado, no disfruto el hoy sino lo que viene después y así… hasta el infinito. Total, que te mueres y no disfrutaste lo que tenías. Llegas a viejito (si llegas) pensando lo que tenías que haber hecho y disfrutado.

Vaya, así que uno se la ha pasado pensando en vivir de prisa para disfrutar mañana, y no disfruta el hoy… total que cuando llega el “mañana” tampoco lo disfruta porque se la pasa lamentando que no disfrutó ayer. ¡Vaya enredo y vaya mierda!

Mindfulness

Por mi parte estoy en modo research,  voy a empezar algún curso de  Mindfulness a la vuelta de vacaciones, bueno, ya he tomado alguna clase pero no soy ninguna experta.

Mindfulness trata de atención plena para tomar conciencia de lo que hacemos, sentimos tanto físicamente como emocionalmente y reaccionamos ante la vida. Quiero quitar ese piloto automático para empezar a sentir la vida.

Reto 3:  Cuando vuelva de la playa, empezaré un curso.  Peroooo, durante mis vacaciones al menos una vez al día aplicaré las técnicas ya aprendidas.

Voy a compartirte mi resumen de 3 retos para empezar a disfrutar más. Si te sirve aplicarlos… pues aplícalos tú también. Y es más, si tú tienes más ideas, me encantaría que me compartas lo que haces tú para disfrutar del momento.

Reto 1. Dejar de meter prisa a mis hijos para pasar a la siguiente etapa (baño, cena, dientes etc). Voy a contar hasta 10, respirar y pensar: ¿para qué me sirve esto? Sonreír y preguntarles por su día o contarles algo del mío

Reto 2. Empezar un diario para escribir los disfrutes del día, se acabó el ¡Otra vez es jueves!

Reto 3. Una vez al día aplicar lo poco que se de Mindfulness y ENCONTRAR un curso que se adapte a mis necesidades para septiembre

La semana que viene ya estaré de caminito a la playa, y desde ahí me podrás seguir desde mis redes sociales, te invito a seguirme en Instagram y Facebook, donde comparto reflexiones un poco más personales y mi día a día. Prometo no dar mucha envidia.

Perooo que sepas que seguiré publicando, ya me las apañaré para seguir compartiendo desde ahí contigo.

Igualmente, como cada semana te digo y diré:

Coge el timón de tu vida, fluye con dirección. Aprende a ser responsable de lo que te pasa, es tu vida, de nadie más. Si no lo haces tú, las circunstancias o alguien más lo hará por ti.

Y es que por eso estoy aquí… Quiero un mundo de mujeres poderosas, responsables de su vida y exitosas en lo que ellas se han propuesto. Quiero un mundo de mujeres FELICES y SATISFECHAS con su vida. No más víctimas.