¿Quieres dejar tu trabajo? pregunto yo.
«Claro que lo quiero dejar. Claro que es la fuente de todos mis males. Es más, no veo el momento de hacerlo. No me gusta, no me valoran, no tiene nada que ver conmigo, ni con lo que me gusta.
Desde luego ellos priorizan otras cosas tan distintas a mí. Yo no encajo ahí hoy, a pesar de llevar tantos años haciendo esto.»
Así llegan mis clientes conmigo. Esa es la primera frase, pero esto continúa:
«Roxana, quiero dejar mi trabajo, estoy atrapada y sé a «ciencia cierta» que cuando lo deje seré más feliz y alcanzaré la paz y tranquilidad que necesito.»
Entonces, ¿vas a dejar tu trabajo?
Respuesta: «Noooo, porque no sé que podría hacer y porque además tengo pánico a perder estabilidad. Quiero dejarlo pero NO PUEDO. Necesito saber qué podría hacer y que eso que haga me de la seguridad que necesito. Pero descarto cualquier idea, porque o no me encajan del todo, o no sé si seré capaz de hacerlo»
«Siento que ya no brillo y que me he apagado»… el brillo del que ya hablamos en el episodio anterior: https://roxana-marroquin.com/ya-no-brillas-en-tu-trabajo/
Y así entran en un bucle infinito del que no saben cómo salir. Quieren dejar el trabajo, pero no lo dejan, eso las crispa más. Porque es un bucle de sufrimiento del que creen que es imposible escapar, porque aunque es lo que más desean en el mundo, se mueren de miedo.
Hoy vengo a contarte que hay una forma de salir del bucle y hoy te cuento qué puedes hacer para salir del bucle en el que te has metido. Y que si, al final acabarás dejando tu trabajo.
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